11.2.13

Me gusta trasnochar desde que soy chiquita. Me acuerdo perfectamente que nunca quería irme a acostar, pensaba que siempre era demasiado temprano como para estar en la cama. Prefería quedarme mirando El Show de Benny Hill, que me hacía descostillar de la risa.
Todavía mantengo estas ideas... Es que la noche es muy tranquila. Prácticamente no hay ruidos, no se escuchan autos y sus espantosas bocinas, y mucho menos personas gritando. De vez en cuando algún perro, pero no me molesta. 
Así intento estudiar, mientras tomo jugo de naranja en un vaso que me robé de un bar.
Claro está que en este momento estoy en mi merecido recreo (?)

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