11.3.13

Zzz...

Estoy un poco triste. Abrí mi Facebook nuevamente y todo seguía igual, como si nunca me hubiera ido. Quizás no lo encuentro divertido porque tengo pocos amigos. Aún así, con mi perfil cerrado no puedo negar que me sentía aislada del mundo entero... Pero bien. Además, quienes querían ubicarme podían y sabían donde hacerlo.
En enero me encontré con mis primas, que ahora están viviendo en La Plata, y casi todas las madrugadas fuimos a la plaza de nuestro pueblo a no hacer nada, a sentarnos a charlar y acariciar algún perro callejero. Es nuestra costumbre desde que íbamos a la secundaria, tanto en verano como en invierno.
Nos sorprendió que no haya nadie, sólo nosotras y dos o tres borrachos. Nos preguntábamos dónde estaban todos, si hace casi 10 años (todavía no puedo creer el paso del tiempo) esa misma plaza se llenaba de adolescentes.
What pass? Y solas nos dimos cuenta: no existía Facebook, e Internet tenían unos pocos... Obligadamente, para saber qué estaba haciendo el chico que te gustaba, tenías que salir a dar una vuelta. Ahora con mirar el muro del galán en cuestión ya sabemos hasta a qué hora se va a bañar
Y cómo olvidar cuando sólo me enteraba de moda por las cosas que veía en las revistas...
Bueno, aquí estoy, hecha toda una vieja quejosa. No pensé que llegaría este momento! 
Mejor me voy a la cama :)

No hay comentarios: